El mercado de River arde cual asado del domingo…
¡Atención, atención! Resulta que Vélez está tan emocionado por tener a Rodrigo Aliendro que Fabián Berlanga, su presidente, ya entrena para caer de rodillas directamente desde Liniers hasta Núñez si hace falta. Guillermo Barros Schelotto, el vaquero del fútbol, vigila de cerca con más entusiasmo que un perro viendo caer la mortadela del sándwich. ¡Pero ojo! Gallardo tiene una cláusula digna de telenovela y si Aliendro juega el 50% de los partidos, se queda otra temporada. ¿Qué hará el Fortín? ¿Se lanzará a jugar Twister con contratos o logrará sacarlo de River con una danza de cumbia y resarcimiento económico?
Mientras tanto, Núñez parece una agencia de viajes, ¡pero para los jugadores! González Pirez ya sacó pasaje hacia Estudiantes como si fuera un turista en el Caribe. Lanzini está en los planes, Toronto lo quiere en la MLS para hacer una serie estilo ‘Locos por el fútbol’. Santi Simón, Matías Rojas y Gonzalo Tapia pasean en el mercado de pases como si fuera una vitrina barata, esperando que Crespo o algún otro DT los lleven a casa con moño y todo.
Por si fuera poco, River se convirtió en un imán para jugadores, y no hablamos de los imanes de heladera. Maxi Salas y Juanfer Quintero ya están preparando sus selfies con la camiseta puesta. Sin embargo, en esta comedia de enredos, ¿convencerán a Cepeda, Portillo y Galarza Fonda? Parece que Andrés Fassi en Córdoba está más testarudo que un hincha con los guantes fríos, pero no podemos descartar que, al final, todo se resuelva con una sonrisa, una pelota y un choripán.