El baile de Aliendro hacia Vélez: ¡Qué no sea cumbia!…
En Núñez ya se empieza a sentir la nostalgia con Aliendro haciendo las valijas al estilo más dramático de telenovela de las cinco de la tarde. Rodrigo, quien ya tiene un pie y medio en la Villa Olímpica, está a punto de firmar con Vélez mientras Guillermo “El Melli” Barros Schelotto se devora las uñas de la impaciencia como quien espera el final de una tanda de penales. Pero primero, ¡ups!, tiene que recoger sus cosas del vestuario de River sin llorar.
Mientras tanto, el “Maestro de la Paragüita” Gallardo le ha dado a Aliendro una última danza bajo la lluvia de Núñez. Saltando charcos y esquivando gotas, Aliendro se mueve con el grupo como ese estudiante que ya fue aprobado para el próximo curso, pero sigue fingiendo interés en los temas de última hora. Todavía sin el papelito dorado de la rescisión, sueña con mudarse a Liniers mientras Vélez abre los brazos esperando su llegada.
Guillermito, cual presidente de club de barrio, lo puso en una conferencia de amor eterno: “Aliendro es jugador de equipo grande, no de quinto grado”. ¡Menos mal que no lo metieron en la novela de Carrizo! “Lo bueno si es cortito, dos veces bueno”, dijeron en River con un guiño cómplice. Mientras, despiden al volante que más garra puso por Núñez con pañuelitos y lágrimas de cebolla.