Franco y sus atajadas de ciencia ficción…

¡Habla el muro de los milagros, señoras y señores! Franco Armani, el arquero que parece tener ocho tentáculos y un radar de meteorología en la cabeza, ha decidido que cuanto más años acumula, más cerca está de ser un superhéroe de Marvel. Este especialista en frustrar a delanteros desde 1986 ha demostrado que a los 38 puede seguir atajando penales como si le dieran puntos extra para el bingo.

Dicen las malas lenguas que ahora hace más ejercicio que un equilibrista de circo encima de una cuerda floja. Entre el yoga, la cabra montés y sesiones de neurociencia post-entrenamiento, el Pulpo Franco parece estar un paso más cerca de atajar hasta las bolas de fuego de un dragón. Y para los hinchas del millo, cada intervención suya es más esperada que el próximo capítulo de cualquier novela turca en la tevé.

Sus estadísticas son más impresionantes que el promedio de memes en un grupo de WhatsApp: ha reducido los goles encajados como quien se decide a dejar las facturas en un lunes a dieta. Con contrato hasta 2026, el Pulpo Armani está en su misión de transformar el arco fluvial en una fortaleza impenetrable, mientras acumulando copas como si fueran chapitas de gaseosa.