El Monumental ve al Barcelona con una sonrisa vacía…

Gustavo Vallecilla, nuestro Sherlock Holmes ecuatoriano del fútbol, se enfrentará a un Monumental tan vacío como una cancha de bochas un lunes a las 8 de la mañana. Bien clarito lo tiene el muchacho: “Jugar sin público no es un plus y no podemos meternos más atrás que un armadillo acorazado”. Si esto fuera un episodio de atraco futbolero, seguro que la banda de Vallecilla lo encabezaría con un “¡Vamos a buscar el partido!” como si estuvieran persiguiendo al carrito de los churros en pleno verano.

Mientras los jugadores de Barcelona hacen las valijas y alistan las camisetas amarillas más brillantes que el sol ecuatoriano, Vallecilla parece estar programado para liderar la misión del martes. Con tres puntos de más que su archienemigo, Independiente del Valle, llegan a Buenos Aires pensando que el Monumental vacío es una tímida cancha de entrenamiento en lugar de la mítica “Cajita de Pandorra”. ¿Qué puede salir mal cuando tu filosofía es tan sólida como la gelatina de postre?

El Monumental seguirá retumbando su mudo rugido para la llegada de Vallecilla y su tropa, mientras él recuerda sus días gloriosos de coleccionar trofeos como si jugara al “Busca y encuentra” en un torneo internacional. ¿Podrá River aguantar la embestida de los intrépidos visitantes? Suena como el rodaje de “Río Salvaje 2: El Regreso del Barcelona Sin Público”.