Beto, Gago, el whisky y las risas…
El Beto Alonso, el ídolo de River y experto en humor futbolero, decidió que no hay mejor excusa para un buen whisky que un técnico rival que sale por la puerta de atrás. Después del 2 a 1 a Boca, declaró con la picardía de un pibe que encontró un billete en su pantalón: “Venimos con un ánimo infernal, ¿qué querés?”, y arremetió como un delantero en el último minuto: “Pobrecitos… ya les sacamos seis técnicos”. Ni los hinchas de Boca tienen tantas cuentas que ajustar.
Pero el Beto no paró ahí. Con el sarcástico talento de un comediante, le tiró flores con espinas a la conducción actual de Boca: “Que siga así. Vamos todavía, Román!”. Es como si dijera: ‘Por favor, sigan haciendo malabares sin red’. Y cuando le tocaron el tema del gran diez, se fue con Juan Fernando Quintero, así nomás, “por el partido en Madrid”, dejando ver que valora más un gol de final que una de esas estrategias raras de biblioteca.
Claro, el toque final fue cuando le preguntaron por Marcos Rojo y su quejoso repertorio tras el arbitraje. El Beto no pudo evitar soltar uno de esos comentarios que ni el mejor stand up se inventaría: “Que vaya a llorar a la iglesia”. Ahí va, como el remate perfecto en una jugada maestra, Beto Alonso: primero te da un pase de gol, y después, una lección de cómo mezclar fútbol con carcajadas.