Una telenovela futbolera en plena cancha…
¡Ay, ay, ay, River Plate! Al parecer, el Colibrí Borja está en una de esas situaciones que hacen que hasta el hincha más templado se arranque las canas. Borja, quien repentinamente se volvió imprescindible como el ventilador en pleno 30 de diciembre, ahora es pretendido por los Tigres de México. Y uno se pregunta: ¿qué le habrán visto al Colibrí? ¿Su técnica exótica para patear penales o su capacidad camaleónica de adaptarse a las crisis?
El asunto es un auténtico culebrón digno de horario estelar. ¿Por qué? Porque el pobre Driussi se lesionó, y el álter ego de Borja, el mismísimo Superchango lesionado recientemente, le ofrece al Cafetero la oportunidad de brillar como estrella del club. Pero, oh, casualidad, los Felinos han visto en nuestro héroe un diamante en bruto entre el mar de jugadores de River y están listos para llevárselo a la selva mexicana como si fuera el último churrasco en una parrillada.
Y no es solo River el que está temblando como gelatina en una montaña rusa. Los directivos de fútbol del club están en sus sillas, inquietos, esperando que el Colibrí decida si vuela hacia un millonario acuerdo mexicano o se queda en su nido millonario. Ah, las comedias románticas no tienen nada que envidiarle a este espectáculo futbolero; drama garantizado cada vez que Borja pise el césped hasta el próximo Mundial de Clubes.