River: tierra fértil para semillero de hermanos…

En el mundo de River Plate, los hermanos son como los mosquitos en el verano chaqueño: ¡están en todas partes! Uno no puede dar un paso sin tropezarse con un dúo fraterno luciendo la Banda Roja. Es casi como si en las pruebas del club, en lugar de medir la habilidad futbolística, estuvieran evaluando el grado de parentesco. “¿Cuántos hermanos tenés?”, preguntan al ver la quiniela de Mezas, Gallardos y Aimares acumulándose en los libros de historia. Hasta los uruguayos se subieron a este tren con Nicolás De La Cruz y Carlos Sánchez jugando al “somos medios hermanos pero igual te paso la pelota”.

La banda roja figura en la foto de familia de los Meza, cuyo álbum tiene una nueva página con el debut de Juan Cruz en el campo. Maxi Meza, al que le reajustaron el tendón con herramientas dignas de un taller mecánico, no pudo evitar enteroñecerse. Publicó en Instagram un videíto que apenas y te hace llorar. “Iba para genealogista”, comentó el primo tercero al saber que los Meza eran la pareja número 21 en la lista de River. ¡Si esto sigue así, van a tener que hacer un himno hermano!

Desde los años 50 con los Onega, River se convirtió en la fábrica de hermanos más grande del mundo. Cuentan que el uso de camisetas numeradas fue idea de ellos: ¡cómo reconocer tantos hermanos en la cancha sin números! Los Onega, los Higuaín y los Melli Funes Mori se erigen como monumentos en el panteón de Núñez. Sin embargo, cuidar a tantas familias implica desafíos: “¿Y ahora quién va a repartir el mate en el vestuario?”, se pregunta un histórico utilero, lidiando con tanta fraternidad y saqueos de yerba canchina. Mientras tanto, River, hermano por hermano, sigue haciendo historia. ¡Que venga el 22!