El amor por All Boys que ni Boca ni River pueden igualar…
Imaginate a Calleri con una camiseta de All Boys como si fuera el mismísimo Superman con un escudo nuevo en el pecho. Esto es lo que se viene, porque Johnny, después de enfrentar marcianos brasileños en el San Pablo, anunció que vuelve a su primer amor, All Boys. Ni Boca, ni River, ni pelear tortillas en la feria pudieron convencerlo. Tal es el poder del club de Floresta, que tiene un magnetismo que lo compara con el agujero negro de tu heladera los domingos a la noche.
Luego de un tiroteo pelotero brutal contra Talleres y de que el VAR se convirtiera en el villano más temido anulándole un gol, Calleri dijo en un canto a lo Romeo y Julieta: “Papá, mamá, abuelo, abuela, y la mitad del árbol genealógico ya lo saben: ¡vuelvo! ¡Saco los pasajes y vamos todos en el 166 al glorioso Islas Malvinas!”. El delantero aseguró, con una sonrisa tamaño Mars, que cumpliría su promesa y que su abuelo lo vería vestido de blanco y negro. ¡Un amor tan fuerte que ni el VAR lo puede anular!
Mientras tanto, River y Boca se quedaron como cuando se te escapa el bondi justo en el momento en que tocabas el timbre. ¡Johny sigue en San Pablo con el pie derecho! Pero esto ya huele a final feliz de novela turca. Calleri dice que es feliz en Brasil, pero sabemos que sus pensamientos vuelan como una palomita mensajera de fútbol directo al estadio de All Boys. Así que a preparar la chocotorta y el bidón de agua para la bienvenida, porque el príncipe de Floresta está por volver a casa.