¡River se lleva a los peones tallarines!…

Las cosas parecían una telenovela mexicana con Diego Cocca y su salida de Talleres. El deté estuvo a punto de pedir un análisis de ADN para verificar si los jugadores realmente querían estar en el equipo cordobés o tenían un amor secreto por River. Andrés Fassi, presidente de Talleres, dijo que la situación era más rara que ver a un elefante haciendo yoga sobre una pelota de fútbol. Mientras tanto, Cocca, con su pose de filósofo del balón, reveló que Portillo y Galarza tenían la cabeza más en Núñez que en el asado cordobés.

Imaginate la escena: Cocca, cual director de orquesta, sobran los rumores de que River ya tiene en la mira el fichaje de la temporada. Portillo, con un pie en el Monumental y el otro en Córdoba, parece estar más en la cresta del río que en la fiesta de los talleres mecánicos. Cocca siente que su proyecto se quedó sin baterías, y decidió deslizarse cautelosamente hacia la salida, diciendo: “¡Mejor me busco otro escenario donde jugar mi ópera!”.

Y mientras nuestra historia se desenvuelve, Cocca niega haber tenido peleas con Fassi, aunque la situación sigue siendo una tragicomedia digna de Shakespeare. “No hubo conflictos”, asegura. Eso sí, dejó claro que sus jugadores parecían cazadores más interesados en vestidos de camisa y corbata pensando en un River repleto de tambores y platillos. Al final, abrazos con Fassi y seguramente un “¡Nos vemos en el show!”