¡Gallardo suma héroes al ataque de River!…
¡Atención, habitantes del planeta futbolero! En una tarde digna de novela, Marcelo Gallardo recibió una carta mágica que venía en el pico de una paloma mensajera: Facundo Colidio, el elástico del aductor de oro, recibió el alta médica. Sí, justo cuando su aductor estaba ocupando más atención que el último estreno de cine, Colidio resucitó cual fénix y cuenta sus músculos como rockstars sus conciertos, listo para debutar en la Libertadores contra Universitario como si el torneo jugara de local en su patio trasero.
Mientras el joven Ian Subiabre amenaza con arrebatar protagonismo lanzando gambetas como si fueran confeti en carnaval, Gallardo se pasea por el campo de entrenamiento como si estuviera eligiendo helado: “¿Chocolate o dulce de leche? ¿Colidio o Subiabre? ¡Que alguien me traiga otra cucharita para degustar esta delicia!”. Y para colmo, el mediocampo hierve más que las empanadas de mamá en domingo: el retorno al 4-3-1-2 trae a Enzo Pérez con más energía que un durazno maduro.
Mientras tanto, en defensa, Gonzalo Montiel se cura del sóleo y Bustos cuida su flanco derecho como un soldado de papel maché. Los centrales dirimen quién paga la próxima ronda de mates, Díaz canta bingo a su favor después de sus batallas con San Lorenzo y Riestra. ¡Señoras y señores, River se prepara para el gran show en la Libertadores, donde cada pase promete ser más explosivo que una fiesta de fuegos artificiales en noche de luna llena!