Facundo, el delantero viajero del tiempo…

Este miércoles, Facundo Colidio se enfrenta al Inter, con más sentimientos encontrados que Messi viendo una película triste. El rubio de oro, que se convirtió en el comodín goleador del River en este Mundial de Clubes, está listo para saludar a sus viejos amigos del Inter, que cuando él tenía la fragancia de un recién cortado césped y apenas contaba 17 primaveras, soltaron 8 millones de dólares por él, como si fuera un billete de lotería premiado.

Facu, el héroe que jamás logró cruzar la frontera hacia el equipo mayor del Inter, fue un asiduo del Primavera, que es como el hermanito menor insoportable que siempre pregunta: “¿¡cuándo tengo postre como el tuyo!?”. En un giro del destino más inesperado que encontrar dulce de leche de oferta, Colidio se movió en el tablero de las transferencias hasta River, dejando su breve paso por el Sint-Truidense y Tigre como una letra pequeña en un gran contrato. ¡Ah, los caprichos del balón!

Colidio, ahora feliz en River y más querido que heladera llena en diciembre, piensa firmar su renovación como quien firma el año que viene como feriado por decreto. Aunque el Stuttgart alemán le guiñó el ojo, Facu ya prepara un repertorio de gambetas y goles para hacerle saber al Inter que las leyes del ex están escritas con letras de oro. Todo un espectáculo de tango, samba y ravioles en el verde césped del Lumen Field.