Un sismo futbolero llamado descenso…
Imagináte esta escena: vos, en el medio de la cancha, temblando como si estuvieras en el polo norte en short y remera, mientras las tablas de descenso te miran como el último villano de esa película de terror futbolera que nunca quisiste ver. ¡Con dupla de tablas! La de promedios y la anual, ambas listas para hacer bajar del escenario a los equipos que no surfeen bien las olas del torneo. Como dijo una vez el gran pensador futbolero, “¡ojo que te caés al barranco sin red, eh!”. Ahí están, como el coco debajo de la cama, esperando que Atlético Tucumán se siga resbalando mientras intenta escapar del abismo, tras perder contra San Lorenzo. Vamos, Tucumán, ¡meté patas de araña, no de tortuga!
Sán Martín de San Juan ahora mismo sonríe como quien encuentra una moneda en el desierto, con sus seis puntos hundiéndose en la tabla anual y también abrazando el último puesto en los promedios. Sin embargo, igual que cebolla en empanada, Vélez se cuela como segundo en la fila de descenso anual con su valiosa colección de ocho puntitos, y sin la promesa de un camello que lo saque del desierto. ¡Esto se parece más al juego de las sillas que a un torneo de fútbol!
Pero aún hay esperanza en esta película: quizá la AFA use su varita mágica para hacer volver los descensos al perchero, igual que un ilusionista que saca conejos del sombrero. Nuevamente las tablas pelean en modo batalla campal, como si el destino futbolero fuera una telenovela sin fin. Banfield, Aldosivi y Sarmiento zigzaguean en esta montaña rusa llena de emociones, esperando que la leyenda de los descensos suspendidos los salve del borde. ¡Agarra pochoclo y preparate para ver cómo se desarrollan los capítulos de este desopilante culebrón deportivo!