El regreso del Gordo: el hombre biónico de River…

Mientras el resto de los mortales apenas logra levantarse de la cama tras el fin de semana, Sebastián Driussi está en llamas. No, literalmente, el tipo está entrenando como si fuera el protagonista de una película de superhéroes: ‘Driussi y el Ligamento Indestructible’. El hincha de River solo espera que el tobillo del Gordo conserve la fuerza de Thor. Y es que la recuperación del esguince, tan grave que bien podría haberlo relegado a jugar a la bolita, en realidad avanza a pasos de gigante como un velocista enojado.

Marcelo Gallardo, nuestro ‘Muñeco’ al que ya se le ve sonriendo más que al payaso Piñón Fijo, celebra secretamente ante la idea de tener a su artillero de confianza de vuelta en el campo. ¿Cuándo? Pues, está claro que ni los pitonisos pudieron prever semejante velocidad de sanación. Aunque el regreso podría ser tan pronto como en el partido contra Instituto o San Lorenzo, mejor que no apure mucho; no queremos que el Gordo se craquele como una estatua de yeso.

Así que la abarrotada enfermería ya empieza a despedirse de su huésped estrella. A falta de batidos energizantes, nadie se atreve a discutir que quizá, el secreto del éxito fue un ritual futbolístico digno de una comedia. O tal vez, Driussi se tomó un helado mágico. Sea como sea, el hincha millonario ya afila su garganta para gritar golazos antes del próximo bostezo.