Una goleada al estilo Harry Potter…

Imaginate clavar un gol con la elegancia de un mago que saca conejos de la galera, ¡pero en este caso es un balcarceño sacando goles! Bautista Dadín, el delantero de River cotizado en más euros que un viaje al espacio, volvió al juvenil torneo para mostrar su toque mágico al enfrentar al Calamar. Con el corpachón de Gallardo observando desde su laboratorio futbolístico, Dadín concretó su jugada maestra empujando la pelotita con la comodidad de quien patea latas en la calle, cerrando el triunfo 3-0 de River y dejando a los hinchas con la boca abierta y la lengua afuera.

Muchacho de pocas palabras, Dadín experimentó el jugo del esfuerzo y la lluvia, recorriendo el campo como un velocista del atletismo buscando huequitos. Su regreso marcó la octava vez que acaricia la red en 16 intentos, igualito a esos héroes improbables, pero de corte moderno, como un Messi tratando de seguir las reglas de Oliver Atom. A sus 19 añitos, solamente piensa en continuar llenando el baúl de recuerdos y goles malabares dignos de YouTube.

Mientras tanto, en el arco, otro recital de talento con Santiago Beltrán regresando de su propia travesía sanadora, tan épico como una novela de autor inventada. Justo cuando la cancha se asemejaba más a una pista de patinaje que a un estadio de fútbol, Beltrán reapareció tras diez meses de su propia odisea de ligamentos. Con la estampa de Hércules y la precisión de un reloj suizo, Beltrán se dispone a luchar por ser el tercer arquero de Gallardo, lo cual suena tan glamoroso como decir que sos el tercer enanito del cuento del bosque, ¿no creés?