Cuando los Ciudadanos llamaron a su superhéroe chaqueño…
En una tarde que vio a Wembley revestido de una épica digna de película de matiné, Claudio “El Diablito” Echeverri se puso la capa celeste del Manchester City y se lanzó al campo de juego por primera vez. Fue como si el mismísimo Batman estuviera dispuesto a salvar Ciudad Gótica, pero this time, no había Joker, sólo Eze marcando la diferencia para el Crystal Palace. ¡Qué injusticia para nuestro héroe con acento chaqueño!
Guardiola, cual genio táctico con gorro de mago, decidió sacar de la galera al joven Echeverri al minuto 76, justo cuando el telón de la final de la FA Cup parecía más pesado que el capote de un torero. La misión: revertir el resultado con una varita imaginaria. Sin embargo, el destino fue más tacaño que un árbitro con tarjeta nueva y Echeverri no pudo batir al portero, enviando un balón que encontró consuelo en la humanidad del rival.
El partido acabó sin el final feliz de Hollywood, pero con la certeza de que el cada vez más famoso Diablito está destinado para grandes cosas. El árbitro, en un rapto de inspiración matemática, sumó tantos minutos de descuento que casi necesitamos una calculadora para contarlos, pero el City no logró remontar. Eso sí, Echeverri hizo su marca en el libro de los héroes con un cartón amarillo, otorgado en la última escena, quizás como recordatorio de que el próximo capítulo promete mucho más espectáculo.