Claudio Borghi y el caos del fútbol argentino…

¡Preparate para una charla de café con Claudio Borghi! El campeón del mundo de México ’86 abrió la heladera de las reflexiones futboleras y nos sacó un pollo al ajillo con sabor a Gallardo. Sí, ese técnico que, según el Bichi, es más raro que ver a un perro verde jugando de número 9. ¿Por qué? Porque, según Borghi, el Muñeco es como un unicornio en el fútbol: diferente, misterioso, y capaz de desnudar jugadores con la mirada en una cena casual como quien descifra un cubo Rubik en 5 segundos.

Y hablando de misterios, el presente de Boca es algo que ni el mejor detective podría resolver. Para Borghi, la situación es tan confusa como ver a un arquero tomando mates en pleno partido: ¡te deja sin palabras! Boca, dice el Bichi, está como un auto sin GPS; ha perdido su rumbo en competencias internacionales. Y de Carlitos Palacios, solo cabe preguntarse si está preparado para ser el nuevo Bruce Willis boquense, sobreviviendo a crisis con estilo.

En cuanto a la creatividad en el fútbol, Borghi pinta un cuadro triste: jugadores que, como robots en una fábrica de pelotas, tocan rápido y sin sentido, mientras que el mago del 10 casi que lleva un cartel de “se busca”. Según el Bichi, es como querer jugar al ajedrez con fichas de dominó: la creatividad ha desaparecido, dejando el espectáculo más insípido que un mate sin azúcar. Lo escuchás a Borghi y parece que el fútbol argentino es un circo de rarezas donde Gallardo es el león domador con sombrero estrafalario.