Marcelo Gallardo y su misión improbable…
El Muñeco Gallardo se enfrenta a un épico desafío, casi como un caballero medieval queriendo liberar la Copa Argentina de la traba de los temibles 16avos. Aparentemente, para River no es solo un partido; es más como una telenovela donde la derrota tiene más drama que un guion de película hollywoodense. Es que superar esta instancia para Gallardo es más difícil que explicarle a un gato que deje de mirar al vacío.
Si River ya tropezó más veces que un borracho con dos pies izquierdos, ahora enfrenta al San Martín de Tucumán, un equipo con un nuevo técnico que en la liga no está mucho mejor que un pescado fuera del agua. Y aunque Gallardo tiene un ejército valuado en millones contra un plantel valorado como oferta de supermercado, cualquier distracción podría convertir su juego en una de esas cómicas caídas que uno nunca olvida.
Pero ah, el fútbol es maravilloso. Campodónico, el nuevo líder de San Martín, a pesar de tener cinco prácticas para armar una estrategia, pronuncia con más determinación que un motivador vendehumo “Mi equipo pensará en el arco rival”. Cómo imaginar que Gallardo estará más ansioso que niño el 24 de diciembre, porque para él, cruzar este brochazo es sacar un peso de su pagaré futbolero. ¡Pasar los 16avos es lo suyo, querido Napoleón!