San Pablo le pone samba al Brasileirao…

En un giro más sorpresivo que ver a un pingüino bailando tango, el San Pablo de Hernán Crespo se alzó con su tercera victoria, haciéndole un sándwich de goles a un Fluminense que andaba más perdido que un perro en estación de tren. El encargado de cerrar la charcutería fue Gonzalo Tapia, quien desempolvó su instinto goleador sobre la hora y le dio un 3-1 que supo a fiesta de 15 sin madrina.

¡Cuarta caída libre para Fluminense! Los de camiseta verde y blanco debieron haberse traído un plan de vuelo porque llevan más caídas que un equilibrista novato. Al pobre entrenador le duele hasta el bigote del apuro, puesto que ni los recuerdos de su glorioso Mundial de Clubes lo alivian mientras navega estas aguas turbias del Brasileirao. Dicen por ahí que para la próxima ya planean usar catapultas por si acaso.

Mientras San Pablo arrastra la alfombra roja para su siguiente duelo con el Inter de Porto Alegre, Fluminense sigue patinando en la tabla como si estuviese en una pista de hielo sin punta de bailarina. La calculadora echa humo y los hinchas cruzan dedos, piernas y hasta los perros del barrio para sacudirse la mala racha. Con esto la liga brasileña sigue siendo un carnaval de emociones, dramáticas caídas y, por supuesto, fútbol al rojo vivo.