Entradas, chicanas y el Mellizo visitante…
¡Se corta la ruta, señoras y señores! El Monumental ha alcanzado niveles estratosféricos de fiesta, como si el estadio se subiera a una montaña rusa. Después de un clásico que ni la mejor telenovela pudo guionar, con Franco Mastantuono metiendo un golazo de tiro libre que dejó a Newton sin gravedad, y Sebastián Driussi haciéndose un picnic en el área, River prepara otra joda monumental contra Vélez. Un evento que promete ser más legendario que el gol de Diego a los ingleses.
Este domingo, a la hora en la que las lechuzas salen a cazar, el Fortín del Mellizo Barros Schelotto, aquel experto en chicanas futboleras, llega al Gallinero. Se pronostica un clima con índices de euforia tan altos que los carteles de “sold out” podrían funcionar como ventiladores de tanto agitarse. Los socios, con sus ojos brillando como linternas, ya arrancaron con la caza de entradas como si buscaran el tesoro de Tutanramón, mientras que los hinchas del Somos River se preparan para un galope épico hacia las últimas localidades.
Y con Guillermo en el banco visitante, un hombre habituado a gritar “eh, árbitro!” con más pasión que un tango de Gardel, las chicanas estarán más al orden del día que los memes de WhatsApp. Aunque el Mellizo juró por la camiseta de Vélez ser profesional y dejar los sentimientos guardados como un bandoneón, todos sabemos que cada mirada al césped del Monumental será una explosión silenciosa de historia futbolera. Y, ¿quién dirá? Tal vez, el partido termine en desmadre y alguna nueva leyenda amantes del fútbol reciten junto al fogón.