Gallardo contra las críticas cual superhéroe…
¡Apareció el Muñeco Ruperto! ¡Ah, no! Perdón, era Marcelo Gallardo, pero con el mismo estilo intrépido y desfachatado. Después de una goleada que hizo vibrar los oídos hasta los murciélagos de Núñez, el DT se puso la capa de superhéroe y dejó a todos boquiabiertos. “Me chupa un huevo”, dijo, como quien espanta un mosquito. Así, apareció el Gallardo que tanto extrañábamos, hablando a pecho inflado y con voz de trueno.
En una tarde donde los goles llovieron más que en una tormenta de verano en el Gran Buenos Aires, las redes sociales estaban más activas que una mula al redoble del tambor. Pero ni una tormenta de tuits logró descolocar al Muñeco. A esos comentarios venenosos los ignora como se ignora un cartel de “Prohibido estacionar” en la calle más solitaria del desierto. Con el amor de los hinchas de su lado, el DT tenía las espaldas más duras que el mármol del Monumental.
Marcelo no se une a la conga de los resentidos ni siquiera ante picazones de periodistas con sanción en el bolsillo. El Muñeco baja de la nube de arengas y con micro en mano, despide las críticas con más frescura que una reposera un domingo en Mar del Plata. “Me resbala”, dijo sonriendo, y todos se levantaron a aplaudir como si se acabara de tirar un caño de rabona. ¡Eso es arte, carajo!