De repuestos, lesiones y segundos ciclos…
Con el departamento médico de River más lleno que la panadería en Navidad, la lesión de Montiel fue otro sacudón. Pero, como el refrán dice, “no hay mal que por bien no venga”, y Fabricio Bustos desempolvó los botines y volvió a la cancha, listo para demostrar que también puede cortar más hierba que un tractor.
El talentoso lateral derecho, que seguramente tenía la máquina de coser a máxima velocidad, tuvo su momento bajo los focos nuevamente. Gallardo, astuto como zorro, decidió que “bicho que se mueve no deja rastro” y llamó a Bustos desde Brasil. Fabricio, como buen hincha millonario, no se hizo de rogar. El lado derecho de la defensa se convirtió en su tapete personal, mostrando que no solo era un chico de buena familia futbolera, sino también una opción seria para Tapia.
Pero no todo es color de rosa ni algodón de azúcar. El regreso del hijo pródigo Montiel le puso un freno en los tacos. Aun así, ahora con la “Cachete-estación” temporalmente fuera de servicio, Bustos tiene la pista despejada para enfrentar al Central y al Universitario en Perú. ¡Que se preparen, porque el Tractor está a punto de cortar césped y defender a lo grande!