Un club formador con manual de detectives galácticos…
En una movida digna de un detective estelar al estilo Inspector Gadget, el River Plate de Azul se alistó con binoculares de juguete y mapas del tesoro para reclamar los derechos de formación de Franco Mastantuono, joya celeste que ha despegado hacia el Real Madrid. Mientras Franco hacía las maletas para su debut en la galaxia ‘merengue’ el 14 de agosto, el club azulino sacó el megáfono e inició ‘tratativas extrajudiciales’ con el mismísimo River de Núñez, buscando esas moneditas de oro de la infancia de Mastantuono.
Resulta que ni bien el joven Mastan, maestro del toque en tres actos, abandonó Núñez envuelto en un rescate de 45 millones de euros, el club de Azul decidió recordar a todos que las galletitas de la merienda de Mastantuono las ponían ellos desde que el niño tenía cuatro añitos pateando piedritas. Con un comunicado tan solemne como el de un rey convocando a un banquete, informaron que anda habiendo un huequito en el bolsillo respecto a esos pagos de formación aún no recibidos. Todo eso, claro, mientras chusmerío por Madrid explicaba que el Real no tiene que sumarle otro euro excéntrico a la galletita de entrada.
Ahora imaginate el cómic: El presidente Javier Ripa, el vice Marcelo Olariaga y el siempre confundido secretario Alejandro Olivera, todos envueltos en capas de superhéroe, lanzando el mensaje a medios madrileños como si fuera el secreto del siglo. Mientras tanto, el cálculo cósmico de 63,2 millones de euros se desmenuza cual astronomía de transferencia: 45 millones al CARP, el resto repartido entre fisco, agremiados, decretos y demás monstruos invisibles, que parecen sacados de un episodio de Dragones y Mazmorras futbolero. ¡Épico!