Los árbitros toman la cancha con más dramatismo que un culebrón…
¡Atención, atención! En el picante Río de La Plata del fútbol, el árbitro Nicolás Ramírez pisa la cancha del River-San Lorenzo como si fuera un superhéroe con su capa al viento. ¡Cuidado, River! Este juez es tu kriptonita: cada vez que levanta la bandera, los hinchas del Millo tiemblan más que Flan Casero en un viaje en tren. Mientras tanto, San Lorenzo se siente invencible bajo su ojo, como si llevara una camiseta de la suerte cosida con hilo dorado.
En otras canchas del país, los aficionados se están preparando para el drama del siglo. Andrés Merlos, el árbitro más temido desde el ‘Yo sé lo que hiciste el verano pasado’, será el encargado de impartir justicia en Riestra-Atlético Tucumán. Federico Beligoy, el séptimo árbitro del apocalipsis, no hizo lugar a las súplicas de Nicolás Russo de detener el ciclo armamentístico de penales a favor del Canalla. Parece que en esta novela, cada pitazo es una bomba de tiempo.
Mientras tanto, el joven Viola, hijo pródigo del arbitraje, se enfrenta a su primer capítulo como protagonista en Aldosivi-Newell’s. ¿Serán sus decisiones tan firmes como las de su padre o caerá en la tentación del VAR como quien cae en una oferta de 2×1? Y Salomé Di Iorio vuelve a la cabina visual del Talleres-Godoy Cruz, quizá tomando medidas tan certeras como una jugadora experta de ajedrez en un mundo de serpientes y escaleras. ¡El fútbol y sus telenovelas nunca decepcionan!