Del banco de suplentes a la Serie B, ¡y con opción a compra!…
¡Paren las rotativas! Franco Carboni, quien aún tiene olor a nuevo en su camiseta de River, decidió tomar un vuelo (o tal vez un remo inflable) hacia Italia para fichar por el Empoli, cortesía del Inter de Milán. Por supuesto, todo fue orquestado con la precisión de un maestro de ajedrez que está jugando a las escondidas con la Dama Negra. El Empoli, obvio, tiene una cláusula de compra para cuando Franco descubra el secreto para chutar como si fuera un videojuego.
Parece que Franco nunca llegó a desfilar con la camiseta de River en presencia de Marcelo Gallardo. Fue como si el Muñeco estuviera tan concentrado buscando talento que olvidó que Franco tenía una camiseta con su inicial. Capítulo dos de esta saga futbolística: tras un breve paso por el Venezia, donde jugó menos que un canguro en las alturas, Franco se une ahora al Empoli, que sueña con saltar de nuevo a la Serie A antes de que las pizzas se enfríen. ¡No hay argentinos todavía en el Empoli, así que el asado queda pospuesto!
Mientras tanto, el hermano de Franco, Valentín, parece que también está de mudanza. Todo indica que el Genoa ya tiene el asado hecho para recibirlo, aunque al parecer el club sigue más hermético que un oso durmiendo en invierno. Con el presidente del Inter divulgando la noticia como si fuera Papá Noel fuera de temporada, sólo falta que los médicos le vean el interior para confirmar que es humano. ¡Esperemos que todo termine en una fiesta de contrato firmado!