De adolescente a héroe épico en 90 minutos…
¡Ding, ding, ding! Franco Mastantuono encendió todas las alarmas del mundo futbolístico, como si hubiera descubierto el Santo Grial en un saque lateral. A sus tiernos 17 añitos, este joven maravilla no solo metió un gol que desató un tsunami de lágrimas rivales, sino que se cargó el equipo bajo el brazo como quien lleva los libros al colegio. Una actuación de película, digna de un Oscar al mejor debut adolescente.
Pero ojo, porque el mundo del fútbol es como una montaña rusa sin arnés de seguridad, y lo saben bien aquellos que ya están buscando al nuevo Messi con la desesperación de quien busca señal de Wi-Fi en pleno desierto. Los elogios vuelan como pelotas a la tribuna, y algunos dicen que ya tiene un pie en Europa y el otro, bueno, todavía en la adolescencia. Pero calma, no olvidemos que Franco sigue en la secundaria; no sea cosa que antes de jugar en el Barça tenga que rendir matemática de diciembre.
¡Gracias, Marcelo Gallardo, por poner en venta el hielo en este incendio de emociones! El Muñeco, con la calma de un zen en una reposera, nos recuerda que se trata de un joven prometedor, pero aún verde como una lechuguita. Mejor disfruten del show y déjenlo crecer sin la presión de la hinchada, antes de que pase de héroe del superclásico a estrella de sainete en segunda división. ¡Vamos, Franco, construyamos castillos en el aire pero con buenos cimientos!