El astro argentino se convierte en multimillonario…

Franco Mastantuono se va al Real Madrid después del Mundial de Clubes, cual turista empedernido que cambia su barrio por el Parque de la Feria. River va a despedirse de él como si fuera el último alfajor en el bolsillo de un goloso. Y claro, con una cifra de 45.000.000 de euros, ¡es la venta digna de un jeque árabe con la visa black más negra que el carbón!

Pero los del Real no se quedan atrás y le ponen un blindaje de 1.000.000.000 euros, como si Franco fuera la versión futbolística de un gremlin que, si se moja, se multiplica en goles. ¡Así nadie en el mundo se lo lleva! Ya me imagino a los clubes árabes asomando con carretillas de billetes, solo para encontrar un “no, gracias” del tamaño del Bernabéu.

En un curioso universo donde los números juegan de delantero, Franco entra al club de los 1000 millones junto a cracks de colección. Como si el fútbol fuera un loteo de Mar del Plata en enero, ahí están Mbappé, Rodrygo y compañía del Madrid, y también los colegas del Barcelona como Pedri y Gavi, todos blindados como si fueran los relojes cucús de la abuela rica. ¡Cualquiera que quiera llevarse uno, que prepare la chequera y un tiranosaurio de propina!