La recuperación de la escuadra lesionada…

¡Atención, fanáticos del balón! Parece que Gallardo se ha convertido en el Dr. House del fútbol y sus pacientes estrella, Maxi Meza y el Pity Martínez, ya están haciendo fila para ver si llegan al superclásico del domingo. Maxi, con más tareas de kinesiología que un manual de fisioterapia, espera librar su rodilla de su fastidiosa tendinitis rotuliana, que le viene molestando más que vecino con taladro en día de feriado. Al menos ya está corriendo por el campo como un bólido en busca de esa alta médica que lo saque de la sala de espera.

Mientras Maxi se afila y el cuerpo técnico cruza los dedos, el Pity aliena todo el sóleo izquierdo. Lleva 26 días lidiando con esta distensión como si tuviera un gremlin en la pantorrilla, ¡pero se resiste a perderse el clásico por nada del mundo! Aunque aún no está listo para ser titular, bien podría sorprendernos desde el banco con su velocidad equina.

Y por si faltaba emoción en esta novela del balón, Simón y Galoppo también están en la cuerda floja para ese lugarcito en el mediocampo, mientras que Paulo Díaz descansa en su sofá, mirando el partido desde casa con snacks y pantuflas. A la espera de que estalle la bomba en la Bombonera, Gallardo ajusta piezas como un relojero loco para que la máquina millonaria funcione a todo vapor. ¡Qué semana, señores!