El truco eterno del Muñeco…

Si Marcelo Gallardo fuese un personaje de Harry Potter, definitivamente sería el profesor de Magia del Fútbol de Riverópolis. ¡Qué esperaran de alguien que con un simple “Expecto Patronum” convierte un equipo en apisonadora de goles! ¡Patente inmediata para su libro de hechizos! Pero no, resulta que todo es pura constancia, esfuerzo y un toque de varita futbolera que sigue encandilando al Monumental como si fuera el Candelabro Mágico de El Eternauta.

Así es, queridos fans del pizarrón, Gallardo no necesita del sombrero seleccionador para que sus jugadores alcancen la gloria. Con un simple “¡Wingardium Leviosa!”, hace volar a los volantes al área rival al estilo Hagrid en motocicleta. ¡Que venga David Copperfield a explicarlo! Sus jugadores vuelven a tener más confianza que un arquero con guantes nuevos.

Pero cuidado, porque el fútbol argentino es peor que el laberinto del Minotauro, y mantener este hechizo perfecto requiere algo más que un Sombrero Seleccionador. Sin embargo, la paciencia de un Dumbledore y la estrategia de un Gandalf del fútbol han demostrado que valen más que mil trucos baratos. ¡Fútbol del bueno, señores y señoras! Con el Monumental lleno, los hinchas se retiraron embrujados y encantados tras vivir esta nueva era de Gallardo mágico. ¡Aplausos, ovaciones y tironcitos de oreja, por favor!