Napoleón camina sobre el agua en el Monumental…
Marcelo “el Muñeco” Gallardo, como un prestidigitador del fútbol, no solo hizo una palometa de chilena a la historia, sino que también entró volando en el top de los entrenadores más triunfantes en superclásicos. Con un meneíto burlón y al grito de “¡Bingo!”, Gallardo sumó su décima victoria contra Boca. ¡Diez veces le puso una boina a su archirrival, más que una fábrica de sombreros en plena venta de liquidación!
El comandante supremo, también conocido como Napoleón en el mundo del fútbol, superó en galones a otro mito del fútbol riverplatense, Ángel Labruna. Como si atrapase una lechuga con las orejas, Gallardo dejó atrás a figuras históricas y ¿por qué no? pisándole los talones al mismísimo José María Minella, el Tom Brady de los superclásicos, quien acumuló 13 victorias. Así, el Muñeco va subiendo puestos como si fueran escaleras mecánicas oxidadas.
Los hinchas de River ya le levantaron un altar en el vestuario y aseguran que, durante los partidos, camina por el río Platte al estilo de Cristo. Desde ese día, nadie se atreve a devolverle los abrazos de gol por miedo a quedar embrujado. En el corazón del monumental, Gallardo ya tiene un asiento reservado, probablemente con masajes incluidos y un vasito de limonada para esos agotadores superclásicos.