Gallardo like un chef sorprendido por su propio plato…

Marcelo Gallardo salió a la cancha en Lima con la actitud de un chef en un programa de cocina, sorprendido por el sabor de su propio plato. El equipo de River, cual planta carnívora, devoró el terreno con un dominio digno de la serie Planet Earth. Aunque los muchachos aflojaron en la segunda parte, defendieron con más corazón que el Chapulín Colorado resguardando sus chipotes chillones. ¡Un espectáculo que ni los guionistas de Hollywood podrían guionar!

Con elegante rapidez, como un zorro en la Cueva del Infierno, River jugó al gato y al ratón con Universitario y les hizo sentir como piratas frente a un kraken. Gallardo, que hasta casi se pierde el gol de Paulo Díaz mientras hacía zapping mental, dijo que todo fue una cuestión de corazoncito y nervios de acero. ¡Y es que en el mundo del fútbol, la única regla infalible es que las pelotas rebotan!

Tras el épico asalto en Lima, el Muñeco opinó cual sabio anciano, que si bien no fue un paseo en parque, el objetivo era marcar territorio desde el inicio de la Copa Libertadores. Ahora con un tridente ofensivo reluciendo, River apunta a encontrarse de nuevo con un Monumental repleto de hinchas gritando como si no hubiera un “mañana”. ¡Los hinchas no olvidan, ni el Muñeco tampoco!