El Muñeco orquesta una ópera estratégica…

¡Ay, Marcelo Gallardo! Ni los planeadores de misiones a Marte se enfrentan a dilemas tan astrales como tú en este momento. Con una lista de bajas que parece un parte de batalla, el Muñeco Gallardo se encontraba en una encrucijada digna de un thriller de Hitchcock. Entre lesiones y suspensiones, su equipo necesitaba un reacomodamiento más intrincado que un mueble de Ikea en manos de un estudiante de ingeniería mecatrónica.

Pero, ¡buenas nuevas desde la galaxia Millonaria! El brazo de Cachete Montiel no se fracturó en cien pedazos ni se desintegró en la disputa con Ocampos, para alivio del universo riverplatense. Gallardo, más rápido que un vendedor de choripanes en día de clásico, ya tenía en mente el cambio estratégico del siglo. Armando, bolt y martillo en mano, un 3-5-2 que promete ser más eficaz que la fórmula secreta de una famosa gaseosa refrescante.

El enorme desafío del Muñeco es decidir entre un 3-5-2 que promete cubrir más terreno que un chapulín en una siembra de soja, para contrarrestar a Chivu, o aventurarse en un 4-2-2-2 con Aliendro o Lanzini. ¡Todo está en juego! Pero no importa cuál sea la elección, River saldrá a jugar como si el destino de la humanidad dependiera de ello. Y con Gallardo a la cabeza, no sería de extrañar que hasta los extraterrestres quieran copiar su táctica para dominar el universo.