El curioso misterio del silencio del Muñeco…

¡Paren las rotativas, que el Muñeco ha hecho mutis por el foro en Junín! Tras un empate más apagado que fiesta de sapos, Marcelo Gallardo se quedó en el campo de juego con una expresión digna de película de terror. No sabemos si había un imán en el travesaño o los guantes de Armani llevan una capa del Hechicero Supremo, pero River y Sarmiento empataron 1-1 y el entrenador quiso imitar al Pato Donald: todo gestos y ni una palabra.

Un Muñeco más callado que una puerta sin charnela decidió no enfrentarse a los micrófonos ni a su sombra después de que sus jugadores dieron una actuación que habría hecho sonrojar a una estatua de mármol. Ni el mejor mago logró sacar nada de ese partido, el cual bien podría haber sido patrocinado por el “Frustrómetro Internacional”. Rumores indican que el muñeco no hablaba porque estaba afinando un ala nueva del vestuario con una aspirina y una orden de pizza.

Los silbidos del viento en el estadio fueron lo único más pronunciado que las críticas internas. Con siete valientes rotaciones, River fue al campo de batalla y regresó con menos luz que una lamparita fundida. Y así, en esta película de suspense que es la Copa Libertadores, esperamos el próximo episodio de “El Silencio de los Muñecos”.