El Muñeco, las lesiones y las ocurrencias…
River eliminó a Ciudad de Bolívar avanzando sin despeinarse en la Copa Argentina, pero Marcelo Gallardo, o “el Muñeco”, como lo conocen sus amigos, no terminó del todo contento. El técnico se llevó un “sabor extraño”: no fue tanto la diferencia de goles, sino la incómoda “racha negativa” de lesiones, que ya parece una epidemia en su equipo. Parece que a cada partido le sigue un boletín médico más que un resumen deportivo.
En la conferencia de prensa post-perdón-quería-decir-post-partido, al Muñeco le preguntaron por su representante viajero y los rumores que siempre generan esas “pavadas” que suelen circular más rápido que una pelota bien centrada. Como buen showman, Gallardo decidió no subirse a ese tren y dejó las especulaciones a un lado, enfocándose en la falta de creatividad en el segundo tiempo y en la situación desafortunada de Borja, quien parece estar peleado con el arco.
Mientras tanto, el técnico de River sigue jugando el partido psicológico, no solo en la cancha sino también en las mentes de sus jugadores, que deben “surfear” la presión y la histeria del fútbol con elegancia. Todo esto mientras preparan las maletas para la Copa Libertadores, donde saben que nadie les va a regalar un solo minuto sobre el césped. ¡Vamos River! Es solo un pequeño deseo, no es mucho pedir.