El regreso del Pity y otras aventuras hospitalarias…
Si pensaban que plantar tomates era complicado, esperen a escuchar las peripecias del Muñeco Gallardo y su constelación de jugadores estelares con más drama que una telenovela mexicana en River Landia. En un mundo donde las lesiones son el pan de cada día, una noticia ilumina la escena cual lámpara que gana contra el apagón. Pity Martínez es el caballero ese que después de 51 días de lidiar con su sóleo cual Quijote contra molinos de viento, está listo para volver a correr. ¡Atención Platense, ahora tendrán que cuidarse de este ninja del fútbol! Pero ojo, que para evitar sorpresas, el Muñeco lo tiene en la banca, justo en el borde, como si estuviera esperando el colectivo.
Entre lesiones, distensiones y recuperaciones, el entrenamiento de River podría ser tranquilamente una serie médica del cable. Gonzalo Montiel sigue el tratamiento post-celebración épica del Mundial, donde su biceps femoral dijo “basta de emociones” y ahora descansa como un oso en cuarentena. ¡Y ni hablar de Maxi Meza! Cual valiente caballero medieval, sigue luciendo orgulloso su costilla rota, jugando al ajedrez con el tiempo de recuperación.
Esos vaivenes de salud son más intensos que una maratón de películas de suspenso. Pero ahí está River, capeando el temporal entre camillas y ejercicios, con Gallardo dirigiendo el show desde su trono de técnico al mejor estilo director de cine. ¡Más que Les Mises, esto es Los Libertadores, señoras y señores! ¿Quién dijo que el fútbol era solo patear una pelota?