El Muñeco y la novela de los estreno peculiares…
Cuando hablamos de estrenos, el bueno de Gallardo parece estar viviendo siempre “El día de la marmota” versión futbolera. Cada debut de River en la Libertadores con él en el banco podría ser un cortometraje tragicómico. Como si el mismísimo San Pedro decidiera en ese instante enviar al Estadio todos los fenómenos climáticos y futboleros posibles. Majestad Gallardo, quien ha galopado la tormentosa copa dos veces, parece que con los estrenos tiene más tensión que deglutir un habanero entero. Pero ojo, no se espanten, que el tipo es más perseverante que un perro jugando a atrapar su propio rabo: suma tres victorias, tres empates y dos desgracias… ¡Parece el bingo de los chascarros coperos!
Y es que cada vez que patea el tablero, siempre le toca jugar al visitante. Imaginate al Muñeco gritando “¡Piedra libre para River!” en tierras ajenas. En 2022 tuvieron un estreno de esos que ni Hitchcock pudiera haber previsto: se fueron batiendo 1 a 0 con un pase de frotar la lámpara, una especie de Aladdin futbolero; Matías Suárez chamuyándose la pelota para definir con más clase que un catador de vinos de tres al cuarto.
Y cuando recordamos el estreno de 2015, quien no imaginó a Barovero deteniendo hasta los pensamientos, los hinchas vieron cómo la pelota parada valseaba hasta la red. ¡San José, qué montaña rusa a 3.735 metros! River, atención: el debut es como una boda en medio de una tormenta de arroz… nunca sale como esperabas, pero te saca una sonrisa y alguna que otra anécdota que contar en la mesa familiar. ¡Vamos, Muñeco, que a la novena va la vencida!