Se desata la tormenta en el mercado de pases…
En el mundo del fútbol argentino hay más drama que en una telenovela mexicana. Esta vez, la batalla campal se desató entre Marcelo “Muñeco” Gallardo y Diego “Príncipe” Milito, con un trasfondo tan enredado como un fideo entre los dientes. Todo por el caso de Maxi Salas, quien parecía más perdido que turista en día de paro de colectivos, esperando que se resuelva su traspaso a River.
Milito, quien en la cancha era tan letal como un sacacorchos roto, decidió desenfundar sus palabras de artillería pesada a través de TyC Sports. Allí confesó que con Gallardo no tiene más diálogo que el de dos vecinos peleados por el volumen de la música. “No somos amigos”, dijo el exdelantero, mientras se agarraba la cabeza como si hubiera visto subir el dólar. Gallardo, por su parte, había dicho que con Milito había jugado al pádel varias veces. ¡No me digas que el pádel no une corazones rotos!
El tema era la hipocresía con las cláusulas. Gallardo, como un abogado de media hora en la televisión, sentenció que, si querés fichar a un jugador, primero tenés que susurrarle al oído. Pero Milito no compró ese cuento y dijo que River no honró su palabra, quedando más decepcionado que niño al que le dieron span de postre. Mientras tanto, Maxi Salas sigue en el limbo, esperando sumarse a River o aparecer en un episodio de Perdidos en el Espacio.