El Muñeco desata su poderío contra los ecuatorianos…

¡Atención, señoras y señores del fútbol histérico! Marcelo Gallardo, alias “El Muñeco de Oro”, tiene a los equipos ecuatorianos en el bolsillo trasero de sus pantalones. Como un ilusionista del fútbol, saca victorias de un sombrero. Su récord en casa es tan impresionante que hasta las llamas de los Andes le aplauden. Enfrentar a Independiente del Valle es como invitar a un primo a tomar mate: no tiene ninguna prisa y sabe que la charla será amena. Sus estadísticas contra equipos ecuatorianos han hecho más eco que un gol en el último minuto.

Recordemos esa vez que le ganó 2-0 a Liga de Quito en el 2015. Fue tan emocionante que hasta los mosquitos del Monumental dejaron de picar para aplaudir. El año siguiente, River chocó contra Independiente del Valle, pero la suerte se puso en modo “sólo espectador” en la ida en la altura. Ese día, casi cantan los perros del vecindario cuando el equipo cometió errores dignos de una película de comedia. Con Alario anotando en el último suspiro, la pelota debía hacer piruetas más grandiosas para evitar la eliminación.

Y en 2020 fue boxeo sin guantes contra Liga de Quito, en Independiente y sin público. Allí, River pateó la bola como si fuera una vacuna contra el COVID, y el triunfo de 3-0 fue más fresco que un helado de menta. Aunque este año, en el regreso de la saga Gallardo II, un 0-0 contra Barcelona dejó a todos con más preguntas que respuestas, mientras el arquero Contreras se convertía en el héroe del barrio al atajar hasta la sombra. En fin, con esta historia, River y Gallardo siguen escribiendo una telenovela digna de exportación a las nubes de Quito.