El cómico camino de un delantero al éxito…

En el mágico universo de River, donde los jugadores parecen surgidos de una saga de superhéroes, tenemos a nuestro protagonista: Gonzalo Tapia. Este muchachito decidió emigrar de tierras chilenas, dejando atrás el mote de “El Goleador de los Andes”, para firmar con River Plate. Pero ¡oh sorpresa! Gonzalo parece haber olvidado su capa de goleador en Santiago, porque en los últimos partidos no ha dejado ni rastros de goles, y al banco ni se asomó. Algo así como Batman olvidándose de su Batimóvil.

Pero calma, que se viene el refuerzo de la Liga de la Justicia futbolera. ¡Entra en escena Luciano Aued, el caballero de pelo plateado! Este sabio veterano, con sabiduría de abuelo cuentacuentos, le tira unas palabras de aliento al joven Tapia. “¡No desesperes!” –dice Aued cual maestro Jedi– “Los goles llegarán y cada patada formará tus callos de guerrero!”. Aued, quien compartió aventuras y campeonatos con Tapia en el mundo catalino, tiene absoluta fe en que tarde o temprano el chico dará más alegrías que una golosina en el recreo.

Ahora, la hinchada de River espera con ansias que Gonzalo haga el famoso “clic” del que todos hablan como si fuese un truco de magia. Mientras tanto, Tapia atiende sus entrenamientos como si fuese Rocky Balboa corriendo por las calles de Filadelfia. Va por ti, Gonzalo Tapia, ¡las canchas te esperan y tus pies tienen cita obligada con el balón! Este muchacho tiene tiempo, contrato hasta el 2028 y la bendición de su mentor Jedi para convertirse en la próxima leyenda gallina.