El Mago del tenis cambia la raqueta por la camiseta…

En la tierra de los asados, los alfajores y los superclásicos, no podía faltar Guillermo Coria, el mago del tenis que transformó su amor por la raqueta en pura pasión gallinera. Este muchachito que hizo más saques que lanzamientos de bochas en el rica historia riverplatense, decidió dejar la pelota amarilla (por un ratito, claro) para tomarse una foto con el plantel de River. Claro, con su hermano Federico como cómplice y camarógrafo estrella de esta película de amor deportivo, se armó una escena que ni Tinelli podría guionar.

Coria, que podría ser parte de la familia Maradona por la forma en que habla de Gallardo, afirmó entre lágrimas de emoción que viajaría del fin del mundo al Monumental solo para abrazar a su ídolo made in Núñez. Ni los cólicos renales lo pararon al muchacho, que entre tener piedras en el riñón y estar en el aire del superclásico, optó por lo segundo. “Le daré un abrazo antes de volver a Rosario” -sentenció con voz teatral.

Y si de personajes hablamos, no podíamos olvidarnos del queridísimo Franco Mastantuono, el Zar de la cancha de fútbol que en su juventud tenía un saque impresionante. ¡Menos mal que se decidió por el balonpié porque la hinchada riverplatense necesita goles, no aceites! Ah, el Gran Guillermo también remató: “Espero disfrutarlo como cuando Julián Álvarez nos hizo ese golazo… y se nos fue volando como un colibrí”. Entre camisas, fotos y abrazos, los Coria se fueron dejando un pedacito de su corazón tenista en el Monumental. ¡Y con razón, che!