El desubicado hincha provoca en el Rose Bowl…

En una galaxia muy, muy lejana, conocida como el Rose Bowl de Los Ángeles, un valiente pero despistado caballero de Boca emergió en medio de una marea roja y blanca, como un pingüino en el desierto. Este héroe del absurdo pensó que la mejor idea era relucir sus colores azul y oro entre los hinchas de River, como si de un flamenco disfrazado de loro se tratara.

No pasó mucho tiempo antes de que los galácticos del Millo lo detectaran y ejecutaran una lluvia de insultos que ni Darth Vader podría detener. Insultos de aquí para allá, el hincha de Boca, acorralado, se quitó su camiseta cual depredador sorprendido, cambiando de piel ante una multitud que gritaba ‘¡Tomatela!’ con la misma vehemencia con la que alentaban a su equipo.

Finalmente, un destacamento especial de la policía intergaláctica lo escoltó hacia la salida más cercana, probablemente rumbo a un planeta más seguro. Y así, el extraño visitante se despidió del Rose Bowl, dejando a los hinchas de River con una historia más cómica que épica, pero sin duda inolvidable.