¡El dilema del corazoncito millonario de Matko!…
Resulta que nuestro querido Matko Miljevic, el Messi del taekwondo, ha estado volando más alto que Superman en Huracán este Apertura 2025, aunque no es delantero, se cuela en las tablas de goleadores como si tuviera un motor turbo detrás. Matko, que tiene más países que el anillo de un director técnico argentino, nació en Estados Unidos pero en su corazón late más fuerte que una orquesta de cumbia al ritmo de la banda de River. Y es que, dicen por ahí, que hasta soñó con Gallardo haciéndole señas como si fuera un entrenador de patinaje artístico.
Este joven picaflor de los clubes, pobrecito, no pudo cumplir su fantasía de ser entrenado por el Muñeco cuando el universo decidió alejarlo de Núñez en 2021. Entre representantes, padres y un drama digno de telenovela de la tarde, Argentinos Juniors, más firmes que un semáforo en verde, decidieron que no habría banda roja para él, no señor. Pero claro, uno siempre guarda un lugarcito especial para esas cosas que no fueron, como cuando extrañas a tu perro de la infancia.
Ahora, el cinturón negro de los pases de fútbol, y con un recorrido por el futsal clandestino que ni James Bond, se ha convertido en una estrella brillante en la constelación de Parque Patricios. Como para que a Kudelka se le caiga la baba, susurra al oído de sus jugadores como el Yoda futbolero, y ahora Miljevic solo piensa en dejar el alma en la cancha para su nuevo Maradona: Frank Darío. Ahora, a ver si entre piruetas de taekwondo y partidos de fútbol, el balón lo lleva donde su corazoncito le dicta.