Regresa el mago al Monumental…
El retorno de Juanfer Quintero a River es todo un folletín: como una telenovela de siestas eternas, el colombiano está siguiendo tres pasos que más que un plan parecen un hechizo mágico. Primero, River tiene que liberar un cupo de extranjero, aunque pareciera que están esperando el permiso de Hogwarts para transformar a alguno en argentino. Segundo, el valiente Juanfer tiene que escapar de América de Cali, casi como si se tratara de un reality show de supervivencia. ¡Y el tercer paso? Convencer al Muñeco Gallardo, más conocido como el Gandalf del fútbol, para que le levante el pulgar y le dé la bienvenida en Núñez.
Y ahí está Juanfer, dando saltitos en Medellín mientras se entrena con un personal trainer de confianza, ¡aunque nos imaginamos que también debe estar practicando sus tiros libre con una pelota encantada que gira en el aire cual frisbee enloquecido! Mientras su antiguo club llora la falta de moneda para retenerlo como si Don Billetín se hubiese ido de vacaciones, Quintero reviene a Buenos Aires enfocadísimo en los octavos de la Copa Libertadores. A su lado, los gallardistas cruzados de piernas esperando ese reencuentro prometido.
Todo pinta color de rosas y papel picado para la vuelta de Juanfer Quintero, que ha convertido más goles que un delantero con patines. Eso sí, a pesar de la burocracia kafkiana, ya sueña con esas noches mágicas en el Monumental, desparramando magia y defensores por igual. Al ritmo de su fútbol pasado a soldaditos de plomo, el colombiano ya es considerado una pieza clave, aunque irónicamente la única pieza que realmente falta en el rompecabezas es su propio contrato. ¡Volve pronto, Juanfer, que la hinchada tiene listo el festín!