El descenso que aún persigue a River…

Ah, el 26 de junio de 2011, el día en que el gallinero de River se transformó en un corral lleno de pollos sin cabeza. Ese día, Belgrano hizo algo digno de una película de ciencia ficción: mandó al titán del fútbol argentino al descenso. Si creen en OVNIs, también pueden creer que Olave atajó un penal gracias a poderes alienígenas, y que los planetas se alinearon en el Monumental.

Mientras algunos jugadores de River intentan descifrar cómo se juega al golf (sí, Carrizo, te miramos a vos), otros como Maidana no se conforman con la época gloriosa de ganar Libertadores y vuelven al Monumental como abuelitos en el equipo Senior, donde, según dicen, la única gran amenaza es pisarse el cordón de las medias. Por otro lado, Lamela juega en Grecia, probablemente bebiendo ouzo y lanzando platos, como un auténtico griego.

Por el lado de Belgrano, el Murciélago Olave ahora siente la adrenalina menos en la cancha y más en las reuniones de directorio de Las Palmas. Y, cómo olvidar a Gastón Turus, que decidió que el mundo de la política necesitaba su experiencia en evitar goleadas. Entre Marcos farré libros y Luciano Lollo reciclado en Newell’s, el Pirata no hace más que emerger victorioso de aquel día caótico.