El enigma del sartorio y el chip de Gallardo…

River Plate está protagonizando su propia serie de desventuras médicas, digna de una telenovela futbolera. El gran director de escena, Marcelo Gallardo, ahora enfrenta una prueba digna de Houdini: cambiar el “chip” de su equipo y mantener a todos los jugadores en una pieza. El último episodio involucra a Giuliano Galoppo, quien ha vuelto con un sartorio más rebelde que un delantero con mal GPS. Al parecer, la cicatriz de su lesión sigue teniendo protagonismo en el show, y hasta el mismo domingo ensayaron con él aparte, como si fuese la gran estrella.

El miércoles, en el enfrentamiento titánico contra Universitario, River bien podría estar sin Galoppo otra vez. Algo así como planear una fiesta de cumpleaños sin torta. Así, Gallardo se enfrenta al rompecabezas futbolístico de armar un mediocampo que aplauda sin su estrella. Rumores aseguran que Ian Subiabre podría dar el salto desde las sombras y Colidio, con menos práctica que un koala en patines, también tendría su oportunidad de brillar.

Galoppo es la joya de Gallardo, completó 458 minutos este semestre e iluminó siete partidos como un faro futbolístico. Pero la lesión es peor que una suegra en Año Nuevo, amenazando con dejarlo ausente unos días más. River viene de un empate deslucido ante Rosario Central, con silbidos del Monumental registrados como si fueran vientos de pampero. El Muñeco Gallardo, mientras, sigue danzando con las lesiones como si jugara al Tetris con piezas defectuosas. ¡Quién lo diría, convierten a River en una dramedia futbolística digna de un Oscar de la cuadra futbolera!