Intercambio de camisetas y goles invisibles…
¡Señoras y señores! Agárrense de las bombachas porque llegaron los ex River a revolucionar Estados Unidos más rápido que una oferta de medialunas. En un episodio digno de una película de Buddy Cops, Agustín Palavecino, quien juega de prestado más que el cuaderno de tareas en exámenes, y David Martínez se encontraron en el césped del Inter Miami para un amistoso que resultó más amistoso que el saludo de una vecina chusma.
Palavecino, que sube como la espuma de un cappuccino con sus goles y asistencias, se trae entre manos el Mundial de Clubes con Pachuca, el equipo que apostó por él como quien apuesta a que San Lorenzo ganará la Libertadores. Sin embargo, el desafío que se le viene no es moco de pavo: tiene que medirse con rivales de la talla del Real Madrid ¡Casi nada! Por su parte, David Martínez, que ha tenido menos minutos que un comercial de desodorante, aprovechó para lucir su sonrisa cual propaganda de pasta dental en el estadio.
Después del partido, ambos ex River se intercambiaron las camisetas más rápido que Funes Mori cambiando de seleccionador. ¡Son mejores amigos que Pimpinela en sus mejores días! Y ahí quedaron, abrazados, con la promesa de seguir dándole con todo a ese balón, aunque sea solo para no perder el toque. En el fondo, quién sabe, tal vez soñaran con jugar juntos de nuevo, o simplemente con comer un buen asado argentino, que hablando de desafíos, ¡ese sí que es difícil de igualar en tierras yanquis!