El ascensor al infierno de la liga está abarrotado…

En la Liga Profesional, la cosa está más picante que una pizza de jalapeños en un campeonato de fuego. Equipos como Atlético Tucumán están mirando de reojo esas tablas del descenso, cual gallina viendo al zorro. Derrotados y humillados por San Lorenzo, ahora tienen menos margen que un cuaderno de primer grado. Las dos tablas del mal: la anual y la de promedios, son el sueño de Freddy Krueger hecho cálculo matemático. ¡Y que no se les ocurra mirar hacia arriba, porque les da vértigo!

La tabla anual es como ese examen sorpresa que uno siempre espera sin estudiar: al equipo con menos puntos en 32 fechas lo cuelgan del poste más alto del pueblo. Actualmente, San Martín de San Juan lleva la delantera… pero hacia el abismo. Y Vélez, con su colección de ocho puntos, no se queda atrás, como el que se olvida la mitad de la tarea en casa el día de la entrega.

Mientras tanto, en la tabla de promedios, es un sálvese quien pueda. San Martín de San Juan, Aldosivi, y Sarmiento están más perdidos que turco en la neblina. ¡Hasta Banfield respira aliviado con un punto encima del corte! Pero cuidado, porque la AFA es como ese amigo travieso que puede agarrarte para la broma en el último momento y anular toda la competencia. ¡Este campeonato se parece más a un cuento de suspenso que a una liga de fútbol!