¿Podrá Lanzini encontrar su ritmo en River?…
Manu Lanzini, aquel con alma de stripper de emociones en el Monumental, enfrenta su momento más crítico en River. Después de aquel inolvidable penal en la Supercopa Internacional ante Talleres, los usuarios de redes sociales le organizaron un cumpleaños de memes que dejó al rubor en bancarrota. Los hinchas no se apiadaron, y aunque la cancha retumbó con silbidos, él sigue decidido a destilar magia de sus botines.
Los murmullos en las gradas fueron claros: “¡Cambio, cambio!”, gritaban desde la tribuna. Mientras Simón y Kranevitter solo recibieron silbidos de nivel “ventisca”, Lanzini enfrentó un vendaval digno de inaugurar una sucursal de la Patagonia en el Monumental. Manu, querido, tiempo de plantar nubes de algodón y cosechar aplausos, porque las puñaladas al ego son cicatrices que solo el buen fútbol puede sanar.
Con Mastantuono agitando la batuta y un Colidio dispuesto a cambiar más de posiciones que un juego de ajedrez, Lanzini tiene la oportunidad de lanzar su redención a lo Superclásico. Esperemos que su próximo juego tenga menos de casino y más de genio, porque los fans están ansiosos de ver al Manu que brilló en el 2014 revivir con todo su esplendor futbolístico. Vamos, Lanzini, ¡a darlo todo!