River empata con San Lorenzo y los jugadores dan el show…

¡Atención, atención! Porque el último partido de River fue tan bizarro como ver a un pingüino en la selva. El equipo de Gallardo encaró a San Lorenzo y se olvidó de llevar la brújula para encontrar el arco rival. Al parecer, el Arco del Triunfo está más lejos que nunca porque se quedó varado en el medio del campo cual naufragio en alta mar.

Santiago Lencina, nuestro héroe del doblete córdoba, salió al campo con el ánimo de un cappuccino sin café. Su regularidad fue tan visible como un camaleón en una paleta de colores. A pesar de eso, hizo un pase que fue tan profundo que Montiel lo sigue buscando con un mapa y una linterna. Eso sí, siempre adelante el muchacho, como torrente de agua de lluvia en una tormenta tropical.

El equipo sufrió la ausencia de Salas, porque claramente River Extrañó al atacante tanto como un jardín extraña a la primavera. Los demás jugadores, en lugar de domar al cuervo, parecían tener el radar de goles desactivado por el modo “despistado”. Así concluyó el partido con el empate, un punto que vale lo mismo que un chupetín a medias: no quita el hambre, pero al menos endulza el día.