El reencuentro galáctico en Dallas…
La pelota en el fútbol gira más que un trompo en una kermés, y vaya si no lo sabe nuestro queridísimo Franco Mastantuono. Este joven zurdito, que con solo un pestañeo ya logró un contrato astronómico con el Real Madrid, se prepara para repetir la tarea en el Mundial de Clubes. No es que tenga una especie de déjà vu, ¡es que realmente va a enfrentarse a los mismos Rayados de Monterrey, quienes lo vieron debutar en el año 2014 antes de que la mayonesa existiera!
Este chico, que tiene más arranque que motor de Fórmula 1, se calzó por primera vez la número 34 de River, su sagrada camiseta que seguramente será enmarcada en el museo de las curiosidades futboleras. Lo hizo en un partido amistoso donde se comió la cancha como si fuera un asado dominguero. A tal punto llegó su brillo, que hasta le faltó convertir un gol olímpico después de un tiro libre que el arquero rival, Luis “El Muro” Cárdenas, le sacó con un pelotazo a la luna.
Ahora, casi año y medio después, Franco vuelve al mismo campo de batalla texano, el mítico Cotton Bowl en Dallas, para un encuentro que es más esperado que la final de un Mundial. Mientras el universo del fútbol observa expectante, él ya planea su mudanza a Madrid, donde la realeza lo espera con los brazos abiertos y quizás hasta con una corbata Real de bienvenida.