El talento joven de River Plate, entre “animales” y raquetas…
Franco Mastantuono, la promesa de 17 años del fútbol argentino, nos confiesa que no se considera famoso. “Soy Franco, el pibe que sigue intentando vivir normalito, esquivando micrófonos y autógrafos al salir del entrenamiento”, bromea. Pero el fútbol le ha traído récords y la distinción del premio Chamigo. “Lo de los récords es como cuando me dicen que lavé los platos. No lo tenían en la cabeza”, ríe.
En cuanto a convivir con los “animales” de River, dice que ha sido una locura. “¡Imaginate! Un día llego y está Demichelis diciendo: ‘Vas a jugar con los grandes’. Pensé que estaba soñando”, comenta entre risas. Aunque agradece haber pasado del póster al vestuario, todavía no puede creer que esos ídolos ahora le pasen la toalla.
Sobre su pasado tenístico, Franco comparte cómo su fugaz carrera con la raqueta le enseñó a correr más que una liebre asustada y a competir con mentalidad de hierro. “Si supieras la cantidad de pelotitas que devolví en la red, te caés de espaldas”, bromea. “Y por eso, cuando llegó la prueba de River, no dudé: me tiré de cabeza a las canchas con mi fanatismo millonario a cuestas.”